Fuente: http://www.safehands.org/index.php?option=com_content&task=view&id=94&Itemid=29
“The Cutting tradition” (la tradición de la mutilación) es el nombre del ganador del premio a mejor documental del Festival de Cine Independiente Victoria en Australia, en el 2010. Es un documental narrado por Meryl Streep que se ha presentado en diferentes salas del mundo y que intenta crear consciencia de la necesidad de eliminar la práctica de la ablación (o mutilación genital femenina) de la faz de la tierra. Según la escritora, sicoanalista y crítica social Susie Orbach, esta es: “una pieza conmovedora, que confunde, aterroriza, entristece y, en algunas partes, reanima”.
Este documental, como la película la Flor del Desierto que se presentó a finales del año pasado en el Museo de Arte Moderno de Pereira, y que narra la historia de una modelo somalí que sobrevivió a la ablación y que luego se convirtió en embajadora de las Naciones Unidas en la lucha contra este fenómeno que vulnera los derechos de las mujeres y las niñas en el mundo, son herramientas importantes para sensibilizar a la opinión pública y a las comunidades para que se empiece a rechazar esta práctica que afecta a millones de mujeres en 30 países del mundo, incluido el nuestro, Colombia.
El 23 de noviembre de 2010, en un acto público y con la ambientación de la película La Flor del Desierto, la comunidad embera chamí de Risaralda anunció la suspensión definitiva de esta práctica que ha provocado muerte y enfermedad en niñas y mujeres de esa comunidad. Este pronunciamiento se realizó luego de un proceso que tuvo varios momentos: primero la negación de la existencia de la práctica por parte de la comunidad indígena y de las autoridades del departamento de Risaralda; la discusión pública forzada por los medios de comunicación luego de que se hiciera pública la muerte de dos niñas; la intervención de autoridades judiciales mediante una sentencia de un juez de la república instando a todas las autoridades a que hicieran lo necesario para eliminarla; la intervención de las organizaciones de mujeres de Pereira denunciando y acompañando procesos de las mujeres indígenas para defender sus derechos; la intervención mediante el proyecto Embera Wera para la promoción de los derechos de las mujeres indígenas de la Mesa Interinstitucional Central, presidida por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar –ICBF- e integrada por el Ministerio del Interior y Justicia, el Ministerio de la Protección Social, la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría General de la Nación, la Organización Internacional de las Migraciones, el Fondo de Población de las Naciones Unidas, el Programa Integral contra Violencias de Género, en asocio con el Consejo Regional Indígena de Risaralda –CRIR-.
Las organizaciones de mujeres de Pereira hemos saludado la decisión de la comunidad indígena de parar esta práctica discriminatoria que atenta, desde todo punto de vista, contra la dignidad y la vida de las mujeres. Sabemos que las transformaciones culturales no se realizan de la noche a la mañana, especialmente cuando tienen que ver con reconocer los derechos de las mujeres y las niñas. Por eso nuestra tarea es mantenernos atentas a hacerle seguimiento a ese compromiso y a acompañar a las mujeres embera chamí, si así ellas lo disponen, en la búsqueda del reconocimiento de sus derechos, dentro y fuera de su comunidad, y a vigilar para que el Estado colombiano cumpla con su tarea de garantizar su derecho a la vida, a la dignidad, a la integridad física y al goce pleno de su sexualidad.
Este documental, como la película la Flor del Desierto que se presentó a finales del año pasado en el Museo de Arte Moderno de Pereira, y que narra la historia de una modelo somalí que sobrevivió a la ablación y que luego se convirtió en embajadora de las Naciones Unidas en la lucha contra este fenómeno que vulnera los derechos de las mujeres y las niñas en el mundo, son herramientas importantes para sensibilizar a la opinión pública y a las comunidades para que se empiece a rechazar esta práctica que afecta a millones de mujeres en 30 países del mundo, incluido el nuestro, Colombia.
El 23 de noviembre de 2010, en un acto público y con la ambientación de la película La Flor del Desierto, la comunidad embera chamí de Risaralda anunció la suspensión definitiva de esta práctica que ha provocado muerte y enfermedad en niñas y mujeres de esa comunidad. Este pronunciamiento se realizó luego de un proceso que tuvo varios momentos: primero la negación de la existencia de la práctica por parte de la comunidad indígena y de las autoridades del departamento de Risaralda; la discusión pública forzada por los medios de comunicación luego de que se hiciera pública la muerte de dos niñas; la intervención de autoridades judiciales mediante una sentencia de un juez de la república instando a todas las autoridades a que hicieran lo necesario para eliminarla; la intervención de las organizaciones de mujeres de Pereira denunciando y acompañando procesos de las mujeres indígenas para defender sus derechos; la intervención mediante el proyecto Embera Wera para la promoción de los derechos de las mujeres indígenas de la Mesa Interinstitucional Central, presidida por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar –ICBF- e integrada por el Ministerio del Interior y Justicia, el Ministerio de la Protección Social, la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría General de la Nación, la Organización Internacional de las Migraciones, el Fondo de Población de las Naciones Unidas, el Programa Integral contra Violencias de Género, en asocio con el Consejo Regional Indígena de Risaralda –CRIR-.
Las organizaciones de mujeres de Pereira hemos saludado la decisión de la comunidad indígena de parar esta práctica discriminatoria que atenta, desde todo punto de vista, contra la dignidad y la vida de las mujeres. Sabemos que las transformaciones culturales no se realizan de la noche a la mañana, especialmente cuando tienen que ver con reconocer los derechos de las mujeres y las niñas. Por eso nuestra tarea es mantenernos atentas a hacerle seguimiento a ese compromiso y a acompañar a las mujeres embera chamí, si así ellas lo disponen, en la búsqueda del reconocimiento de sus derechos, dentro y fuera de su comunidad, y a vigilar para que el Estado colombiano cumpla con su tarea de garantizar su derecho a la vida, a la dignidad, a la integridad física y al goce pleno de su sexualidad.
Un fragmento del video The Cutting Tradition se encuentra en:
MARÍA VICTORIA RAMÍREZ
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